Cante, cante, compañero, no tenga temor de naide, que en esta gran multitud el pueblo tiene su calle. Si el canto salió de Chile y qué alegría que el mundo lo recibió. Si el canto salió de Chile, oye mi negro, y el mundo lo recibió. Es que se sabe que en mi tierra se prohíbe tener voz, tener voz para decir que la injusticia es tan grande, que el rico se hace más rico y el pobre se muere de hambre. Que el amor y la ternura se cambió por la violencia, por la prisión y la angustia, el daño y la indiferencia. Qué ironía de la vida, qué ironía de la vida, qué tarea más ingrata, repartidos por el mundo amando tanto la patria Cante, cante, compañero, no tenga temor de naide, que en esta gran multitud el pueblo tiene su valle.