Bendita mil veces cabeza que del tiempo Cubrió con su manto de lirio color Bendita mil veces, viejita querida Que junto a estas rejas solloza tu amor Bendita por esas, las hondas arrugas Que sobre tu rostro la pena trazó Bendita por esas ojeras violetas En donde de la angustia su nido escondió ¿Verdad viejecita que aún no has creído? ¿Qué nunca pudiste siquiera soñar? ¿Qué soy aquel hijo que amante has dormido Al son armonioso de un dulce cantar? La quise viejita con todo el cariño Con que en esta vida se puede querer Y al verme burlado; lo mismo que un niño Maté con mis manos aquella mujer Y desde ese instante de ciega locura En que sin sentir su risa paré Me siguen las horas amargas, oscuras El grito de angustia de aquella mujer La llevo en el alma resuena en la noche Lavado en mis sienes aquel grito está Y como un agudo, vibrante reproche Me dice que nunca, jamás fallará Tan solo tú puedes, mi vieja querida Calmar mis angustias, ahogar mi dolor Hacer que no sienta que sangra mi herida Mirando esas canas que son todo amor Por eso bendigo las hondas arrugas Que sobre tu rostro la pena trazó Por eso bendigo tus ojos serenos En donde la angustia tu niño escondió