Humberto Falcón

Desarraigo

Humberto Falcón


Desarraigo
Se quedo mirando en la alcantarilla
Aquel colectivo que ya se perdía
Y que muchas veces pasar lo veía
Hoy se está llevando un jirón de vida

En él, la esperanza viaja prendida
A la adolescencia de su dulce niña
Aquella que siempre silente esperaba
Un beso en las noches que nunca llegaba

Qué pena mujer así es la vida
Nos quedamos solos como el primer día
En que nos juramos este amor eterno
Con color de niños y una gran familia

Y hoy con sus encantos de reina del plata
Con luces y brillos y magia divina
Buenos Aires espera que llegue mi niña
¡Nuestra dulce niña, a gastar la vida!

Después que sus ojos solo divisaban
La imagen desierta de un camino largo
Sintió entre sus manos callosas de arado
¡El calor eterno de su amor sagrado!