Flor de Lis, muñeca de París, fue nuestro idilio una pasión de sol y nieve. Flor de Lis, hoy lejos de París, mi corazón por nuestro amor cenizas tiene. Tu canción pintaba el bulevar. Hoy será triste cantar. Flor de Lis, el alma de París se ha roto igual que tu reír feliz. Hoy recuerdo que tu voz ardiente suplicó: ¡Vivir en la Argentina! Y hoy, soñando en mi país, quizás tu vida gris ahuyente la neblina. Yo, sentado en un café, igual que allá en París aquí te esperaré. La primavera no puede tardar mucho y has de lucir de nuevo, mi Flor de Lis. Flor de Lis, qué triste es esperar las dulces cartas con tu voz, no llegan nunca. Flor de Lis, jamás te he de olvidar aunque el destino esta pasión dejara trunca. Ha de estar muy triste el bulevar. Tu canción ¿dónde estará? Flor de Lis, mi novia de París, ya nunca, nunca más, seré feliz.