A la orilla, a la orilla, hijos del río, hay que hacer nuestro pueblo, ¡qué desafío! Nos haremos un alma, humildemente, con la fuerza profunda de la corriente. A la orilla, a la orilla, hijos del río, vestiremos de algas a nuestros niños. Con la sal y la bruma olvido haremos, con gaviotas que vuelvan el buen recuerdo. A la orilla, a la orilla, hijos del río, se podrá en caracolas beber el vino. Siete peces espada darán las armas, y el Pampero esta noche traerá guitarras. A la orilla, a la orilla, hijos del río, ya tendremos descanso cada domingo. Y en la fuga del agua, experta en irse, lavaremos algunos domingos tristes. A la orilla, a la orilla, hijos del río, hay que hacer nuestro pueblo, ¡qué desafío!