Don Quijote va entre la gente bajo el son burlón de la humana grey y en los casos del siglo veinte su maestro aún es el Cristo Rey. Va gritando a la ciudad, flaco, pobre y loco al trote que el honor y la piedad no se han muerto, Don Quijote, ¡Don Quijote! "Súbase, niña, que le hago lugar, súbase, linda, que el Quijote soy yo. Hay que hacer mundos, vive Dios, donde los justos reinarán. Súbase, niña, que el Quijote se va, ¡ya se va!" Caballero del sentimiento, para dar lección cruza un tiempo vil, los molinos del viejo cuento hoy no son de viento, son de misil. Vivirá por su ideal, morirá sin que se note, mas saber del bien y el mal nunca muere, Don Quijote, ¡Don Quijote!