Así es el tango, sabés, de ayer y de hoy, requiebro y pena de amor. Si no entendés, escuchá lo que te digo, que los barrios son testigos de que cuento la verdad. Es el chiflar de la patota procaz, junto al buzón rojo de mala intención. Y el rezongar del muchacho que abombao de amor, se vio desalojao por un cartón. El amor del rancho o del chalet, en su son renueva el kerosén. Y hay en su vaivén cargante y compadrón sol de corralón y luna de almacén. Hay también tristeza de arrabal, y rencor de horario y de jornal. Desazón de llorar lo que fue y mirar lo que llegó sin poderlo comprender. Así es el tango, sabés, y mucho más. Mosaico sentimental de mi ciudad. Compadrón en los Donjuanes, perfumao en los zaguanes y en las malas rezongón. En el llorar, garganta de bandoneón. En el bailar taquito repicador. Ya lo sabés: eso es todo lo que expresa y más el tango embarullao de mi ciudad.