Pobre CuCú tienes que estar siempre marcando siempre cantando en un mismo lugar. Pobre CuCú debes de dar siempre la hora de día y de noche siempre sin descansar. Mientras adentro del reloj las ruedesillas, al girar, con sus dientes de metal muerden el tiempo sin cesar. Pobre CuCú tienes que estar siempre saliendo siempre entrando ¡y sin poder volar! Pobre CuCú para cantar sales nervioso y sin reposo vuelves a penetrar. En tu prisión pobre CuCú con amargura vives a oscuras lejos del cielo azul. Dentro del viejo gran reloj largo el tiempo debe ser sin tener más distracción que cumplir con tu deber. Pobre CuCú tienes que estar siempre saliendo siempre entrando ¡y sin poder volar!