Allá en el viejo bosque
hay una casita,
si vas allá
te has de asomar,
y por la ventana
en el interior,
verás muchos perritos
con su profesor.

Don Pimpirulando
les está enseñando,
los perritos quieren aprender
paran las orejas
y menean los rabos
y se aplican mucho a leer.

Si pongo una M,
después una A,
y luego las repito, dirá MAMÁ.
Se rieron los perritos
de tal facilidad
y todos juntos deletrearon:
Au, áu, áu, áu, áu!

Si pongo una P,
después una A,
y luego las repito, dirá PAPÁ.
Se rieron los perritos
de tal facilidad
y todos juntos deletrearon:
Au, áu, áu, áu, áu!