De mi andariega gitana, que por tu sangre bohemia, este dolor que me apremia tu me sabrás mitigar. Si en tu virtud yo confío, con suerte de mi estrella, y dime dónde esta ella, que no la puedo encontrar. Hace tiempo que se fue y al volver este dolor, perdió mi corazón la fe la paz y hasta el valor. Jura hacerlo por tu Dios, miénteme una ilusión, mas si un indicio fiel me sabes dar será mi salvación. Honra gitana tu raza, que al borde estoy del abismo, pues sin gastar egoísmo dime con quién se fugó. ¡Ay, si la vieran tus ojos, dirías emocionada, que es una virgen sagrada que del cielo se voló!