Recitado: Junto al retrato del hombre, que mas amaba en el mundo sumida en dolor profundo, así cantó una mujer: En la copa fatal de mi angustia busco en vano beber el olvido, pues lo mismo que un pájaro herido, ya mis alas no puedo agitar. Cuantos años de ausencia y no has vuelto, será acaso que no te conviene, y sin embargo sos padre de un nene que llamándote está sin cesar. Vos no sabés que lindo está, hoy, pues si lo ves, te sorprenderás, vieras que bien dice papá. Tu mala acción olvidaré y de corazón, te recibiré, con el perdón que ansiosa te daré. No es posible vivir así triste, entregada al suplicio más cruento, necesito tus frases de aliento, tus miradas y besos de ayer. Devolveme la dicha perdida, retornando tu mismo a mi lado, ya que el fruto de nuestro pecado ha venido a cantar mi querer.