A la caída yo no siento miedo, Ni temo a la noche, inmóvil la espero Vinos, mieles, embriagan mi lengua, Y mi alma baila entre lunas No soy cobarde, no siento miedo, Y mientras más alto más cerca del suelo El fuego me abruma, risible caída, No tengo alas más caigo hacía arriba Tú me vences comprando mi cuerpo El grito inunda la frágil noche Demonio sale, otro se queda. Inmóvil me encuentro cayendo hacía arriba ¡Cayendo hacía arriba! A la caída yo no siento miedo, Ni temo a la noche, inmóvil la espero