La prisión fue rota, ampáranos vecordia! Marcados por gente, malditos dementes, Llegan los heraldos contra el holocausto El principio de los tiempos En búsqueda de los eternos, Aquellos que puedan engendrar, Encontrar un sueño sin mecanizar, Aquellos que puedan perpetuar Algo de la esencia de la creatividad Sacerdote azteca, súcubo encarnado, Lujurioso tacto, cuerpos esclavizados Sueños de olvido y mi voz ¡oh! Sueños de protección, devoción. Silos, ¡cuídalos! Y en silencio mueren intelectos Sin ni siquiera saber pensar. ¿Como pueden caminar? ¿Cómo pueden no anhelar? Y en esta vida de razón Reposa y goza del dolor De nunca alcanzar un sueño La prisión fue rota, ¡Ven exsecror vecordia!