Todo a veces, se vuelve amargo, todo, entonces, yace tan lejano. Luego el otoño me niega esa tristeza, teje una esperanza y a ti me acerca. Siento aún en la penumbra aquello que amo, siento aún en mi garganta cuanto voy gritando. A pesar de la mentira, a pesar del daño, voy creyendo en tus palabras y te voy queriendo tanto. El pensamiento de un reloj anda siguiendo un temor. Tú, fugitiva de un te quiero has creado este deseo. Siento aún en la penumbra aquello que amo, siento aún en mi garganta cuanto voy gritando. A pesar de la mentira, a pesar del daño, voy creyendo en tus palabras y te voy queriendo tanto.