He viajado en avión para cantar tan solo una forma cansada de mirar en tu orilla. Ahora que se puede fumar en Berlín me acuerdo poco a poco de Marlene Dietrich, aquél ángel azul que nos hizo vivir como haber olvidado aquellos tilos que se volvieron luego el hueco de un espacio. Si lo hizo Graham Green, como mirar ahora de pronto tu perfil si tu no estás al lado es tener en mis brazos toda la guerra fría en este mundo absurdo en este muro blanco lloran de arriba abajo los días de repente que han gastado ya todos los humos o los sótanos, quizás con mis canciones, quizás unos azares pero nada ni un muro me apartará de ti. Es sólo una canción para hablar de Berlín.