Fue tu grito desde niña una pequeña sinfonía. ¡La primera palabra de tu voz fue la nota de una canción!... Y tu mano fue creciendo poco a poco se fue abriendo hasta que la primera traición te hizo llorar en un rincón. Despertabas entre sombras de la vida, te preguntabas qué era amor, la respuesta te la daba cada día el cuidado y las caricias que viven a tu alrededor. Ya lo sabes, hay que ser valiente para vivir entre la gente. No me preguntes sobre la soledad los sueños y la libertad o en que momento de tu vida va a llegar un compañero y un hogar. Y tu mirada como siempre vagabunda, esperando el momento de atrapar otra mirada tierna como la tuya que se unan en el aire y aprendan a volar.