Que sea lo que Dios quiera, si has resuelto abandonarme, será por esa manera, tal vez un poco grosera, que yo acostumbro a portarme. Sino por lo que te han dicho que desatiendo tu amor, tu amor que si me faltara se notaría en la cara que llevo encima un dolor. Ni un sí, ni un no, debe de haber entre nosotros. Entre los dos que hemos llegado a comprendernos con tus besos y mis besos, que son tuyos. Ni un sí, ni un no, debe de haber entre nosotros, vos no sabés que estoy diciendo, que es poco todo el oro del mundo para compararse a vos. Que sea lo que Dios quiera, si has resuelto abandonarme, será por esa manera, tal vez un poco grosera que yo acostumbro a portarme. Y andás siempre llorisqueando, sin poderte consolar, porque hay una lengua larga que es la que siempre se encarga de echar abajo a un hogar. Ni un sí, ni un no, debe de haber entre nosotros, vos no sabés que estoy diciendo, que es poco todo el oro del mundo para compararse a vos.