Más de 50 veces han querido atraparlo y no han podido Al padrino Las mismas 50 le dijeron: Señor, siga su camino No lo he visto Una eme y una zeta lo han marcado Creo que ya saben de quién estoy hablando Quien es el hijo del monte La leyenda que conocen como El Mayo El más poderoso, el emperador con acento de ranchero El del sombrero Tiene más corridos que cualquiera y no cualquiera es el primero El mero mero En su boca siempre hay palabras precisas y, cuando habla, es para dar una entrevista ¿Cómo piensan atraparlo si su propia sombra lo pierde de vista? ¡Y arriba Culiacán, Sinaloa, compa! En la cumbre miró coronarse a Pablo, también a Amado Carrillo Fui testigo Como Palma, vio creer a un general con su compadre, El Chapito Y su equipo Medio siglo ya son años allá arriba Le costó llegar y se hace lo que él diga La seguridad se nota: Con sus botas, sigue sentado allá arriba Vieran todo lo que tengo en esta vida por ver afuera a Vicente Que está ausente Quiero unos cuartitos bien helados para echarme un trago fuerte Por Vicente Aquí tengo listo su caballo por si vuelve al ranchito de él Salado Cualquier rato nos da la sorpresa, Serafín lo está esperando Amigo de generales, reporteros y de cinco presidentes Influyente Fue un alumno destacado del cubano y aprendió rápidamente A ser jefe Al caballo no se le ha cansado el trote Cinco décadas y aún suena su nombre Yo soy Ismael Zambada, soy El Mayo y también hijo del monte