Una cortina de humo, remolino en la cabeza Tu mirada, el calor y este rio que no cesa De llevarme, de arrastrarme, arañarme el corazón Y me deja aquí denuda en medio del callejón Voy a dejar la puerta abierta de la habitación Cediéndote terreno, nos esta esperando el diablo Agazapado en cada rincón, con su dosis de veneno. Déjame besar tu boca, dame agua de tu piel Antes de que esta sed me vuelva loca Quémame en tu infierno, déjame caer. Le escenografía esta puesta y la hoguera esta encendida Me estoy quedando desierta y me siento tan perdida En el abismo de tus ojos, en la desesperación De sentirte, de tocarte, de arrancarte el corazón Laberinto de tu cuerpo, laberinto del dolor Laberinto del deseo. Déjame besar tu boca, dame agua de tu piel Antes de que esta sed me vuelva loca Quémame en tu infierno, déjame caer.