Muchacho que porque la suerte quiso vivís en un primer piso de un palacete central, que pa' vicios y placeres, para farras y mujeres disponés de un capital. Muchacho que no sabés el encanto de haber derramado llanto sobre un pecho de mujer; y no sabés qué es secarse en una timba y armarse para volverse a meter; que decís que un tango rante no te hace perder la calma y que no te llora el alma cuando gime un bandoneón; que si tenés sentimiento lo tenés adormecido pues todo lo has conseguido pagando como un chabón. Decime si en tu vida pelandruna, bajo la luz de la Luna o si no bajo un farol, no te has sentido poeta y le has dicho a una pebeta que ella es más linda que el Sol. Decime si conocés la armonía, la dulce policromía de las tardes de arrabal, cuando van las fabriqueras tentadoras y diqueras bajo el sonoro percal...