En este mi testamento que escribo con un pie fuera que escribo con un pie dentro de este mundo y lo que venga. Voy a repartir mis bienes voy a dividir mi herencia en seis porciones iguales como ahora aquí se enumera. Un Sexto dejo al obispo para que amplíe su iglesia más no sé porqué lo hago si casi nunca se llena Otro sexto al matasanos para que amplíe su ciencia y así al morir sus pacientes no le angustie la conciencia Otro sexto a las solteras para perfumes y sedas y un altar a San Antonio en donde quepan más velas Otro sexto a la alcaldía para que en obras lo invierta aunque luego el edil haga lo que en la gana le venga Otro sexto a mi patrona con quien contraje mil deudas a ver si así se decide a tapar estas goteras Por último el otro sexto lo dejo para mi epitafio en donde pueda leerse con buena letra y bien claro Aquí reposan los huesos porque los huesos vivían de un hombre al que no pudieron ni estudiar su anatomía Aquí reposan los restos de un político altanero que no puso la otra mejilla pero al que en las dos le dieron De quien no supo de celos de quien no tuvo prejuicios y así le llegó la muerte en perfecto y sano juicio De quien no bañó con vino su estómago y sus desgracias y que en sus ochenta años no vivió la democracia