A veces cuando pienso que vivo solitario Me parece un calvario la vida sin tu amor Y en medio de esta pena que aviva mis deseos Me parece que veo tu rostro encantador Pues al verme tan solo recuerdo aquellos días En que tu alma y la mía juraron su pasión Y aunque sé que te has ido, a veces te presiento Que le ofrece tu aliento, tierno alivio a mi dolor Deja que me figure que un día no lejano El roce de tu mano Mi faz ha de sentir Y que tus dulces labios Se posen en mi frente Para hacer más ardiente Mi fe en el porvenir Ya he roto aquella carta en la que me decías Que nunca volverías a darme tu querer La he roto porque pienso que este cariño mío Perdonará el desvío de tu alma fría y cruel La idea que tú llevas me asalta a cada instante Y ansioso y tremulante te espero sin cesar Y espero que tú vuelvas, porque te quiero tanto Que no puedo en el llanto mi consuelo calmar