Yo llevo el tango en mi vida como una garra, hincada en la carne viva de mi emoción, se me ha metido en el alma la voz amarga del bandoneón. Un drama de tango triste fue su desvío por rumbos de sueños viejos se fue su amor. Y el tango llora conmigo los cien motivos de pena que me dejó. El tango me pone triste, no lo puedo remediar, hoy rencor de herida abierta y emoción de pena vieja en su grave rezongar. El tango me pone triste porque soy sentimental es su voz la de un amigo que revive los motivos de mi drama pasional. Por el ojal de la herida, que es un recuerdo se cuela la voz amarga del bandoneón y se confunde la pena con esta pena que tengo yo. Llegó a mi vida llorando cosas de olvido, se fue cantando alegrías del corazón y yo he quedado sufriendo el hondo drama de tango, que me dejó.