Se acercan, mujer, tiempos de maleza que ya no hay cerezas en esta habitación Cortemos, mujer, vientos y mareas que un barco en la brea navega sin timón... Gritemos, mujer, hasta que el quebranto resucite el canto de la tripulación... Corren tiempos de vivir al paredón y habrá que hacer, mujer, de tripas, corazón. Traguemos, mujer, sapos y culebras que la luz celebra su histórico apagón... Pongamos, mujer, el dedo en la llaga antes de que lo haga el Gran Camaleón... Toquemos, mujer fondo en la basura que por las alturas la nieve es de carbón Huyamos, mujer, de la propia huida que ya no hay salida en este callejón Saquemos, mujer, fuerzas de flaqueza, balas de belleza de la imaginación... Soñemos, mujer, para estar despiertos entre tantos muertos dispuestos a la acción...