Ya se ha enlutado el laurel Que ganado lo tenía, Para honra de la patria mía Conquistado por aquel, Aquel carlitos gardel, Aquella típica estampa Que en el palacio y el hampa Tuvo la sonrisa grande Elevada como el ande Y extensa como la pampa. Ya se ha apagado el fulgor De aquellos ojos porteños, Que nos miraban risueños Con el más puro candor... Y es tan profundo el dolor Que hispano américa siente, Que en todo se hace presente, Con la tierra, con el cielo, Van los responsos de duelo Llorando fúnebremente... Décimas negras, que van Mientras que el llanto se advierte, A susurrarle a la muerte Ruegos que no morirán... Los angustiados están Inconsolables, y así, Revuelvo la pena en mí Para que el dolor irradie; ¡que no ha de quedarse nadie Sin llorarte por aquí!... La muerte del gran gardel Se siente por donde cuadre, Cual la muerte de una madre, De la santa madre fiel.. Amargas como la hiel Son las lágrimas que bebo, Y este gran dolor que llevo Está en todos los ambientes: En el "medio de las gentes" Y en el "medio del malevo". En todas partes está; ¡toda la américa hispana Para llorarlo se hermana Porque carlitos se va!... San josé de bogotá Lo absorbió como un alud Y en su tibia infinitud Lo acortajó con su veste, Allá por el noroeste De la américa del sud. Si por mi propio dolor Que la amargura destila, Pasará la gran pupila Con que se llora al cantor. Si con el verso mejor Se le llorara al trovero, Haría falta que el estero Aprisionara en sus garras A las mil gauchas guitarras Pulsadas por el pampero... Para llorar este duelo Suplieran con gran ventaja Como gloriosa mortaja: Pendón, bandera, pañuelo... El azul de nuestro cielo, El blancor de su celaje, El ritmo de ese cordaje De las selvas de montiel, Y despedir a gardel En este su último viaje... ¡adiós! ¿pero por qué adiós Si aunque tu cuerpo dormita Tu espíritu en nos gravita Y en nos suena tu voz? ¿para qué decirte adiós? Si perduras todavía, Si estás en la eucaristía Presente en tus canciones Y en todos los corazones Criollos de la patria mía...