Porque este extraño escalofrío Incandescente en nuestras brasas Se muda del calor al frío Como la muerte nos traspasa Porque mañana ya es muy tarde Y las guadañas no están presas Porque el rescoldo que aún nos arde Dispara chispas de pavesas Amiga mía, yo te pido En esta quema a la deriva Tu corazón más encendido Para que el soplo nos reviva Latido a latido Latido a latido Porque te amé hasta las cenizas De un fuego que aventamos juntos Y se resiste y aún atiza Desde sus cirios de difuntos Porque vivirte fue un impulso Que vomitaron los volcanes Porque su lava, ya sin pulso Aún nos baña en alquitranes Amiga mía, yo te pido En esta quema a la deriva Tu corazón más encendido Para que el soplo nos reviva Latido a latido Latido a latido