Por favor, no renuncies nunca a tomar de esta tarde eterna lo mejor de violencia roja que un atardecer pueda ofrecerte. Por favor, siempre ten presente que esta flor no se ha muerto nunca, que más bien vuelve cada día, cuando sales a buscar se asoma. Por favor, no me destruyas, abril. Ven, multiplica tu voz y préndele un sol a cada partícula que tenga que ver con este amor. Por favor, no me destierren de aquí, que estoy en mi centro, en mi país. Por favor, quema tu ropa de ayer, lava las manos allí, en el arroyo mejor. Por favor, vístete, abril, y a empezar, vamos al mundo a cantar tu canción, mi canción. Por favor, dame tus sueños y ven; sé un lugar donde hay mil peces y hay una voz que ya es tu voz desde hoy. Es el mar, ya no le temas al mal.