Como un poema sin final, Náufrago de la soledad y a la deriva. Cuánto duele saber que hoy voy a perder, Igual que ayer. Y en los tejados de tiempos pasados, Tu luz se vuelve a asomar. Y en la penumbra la sombra me alumbra, Me apaga y me vuelve a alumbrar. Las rejas del tiempo oxidan todos mis lamentos. Rendijas de viento en porciones de cielo Que no abrigan, que ni escuchan otra oportunidad. Bienvenido a mi abismo del silencio. Son de noche mis días de pena. Frío y vacío es hoy mi corazón. Era ayer y será mañana, Pues te llevaste contigo el calor.