Primero, decidí mentirme al ver Que sólo así sería la sombra de un corazón Que prefiere ser la marioneta De un legado trágico si a cambio te tiene cerca. Asumí nuestra fricción Para seguir siendo los dos. Todos los recuerdos del dolor Que me he guardado Son esa ocasión que un día se echó a correr Al resplandor de lunas llenas. Confieso que al final no supe calmar La lluvia de gotas de arena que te ahogó. De todas las nanas que rescaté de mi memoria Tú eras la voz que me enseñó a dormir; Y ahora estás dentro de un sueño. Creo que me volveré a arriesgar A lanzarme al vacío hoy, hacia el ayer. Creo que vas a seguir ahí, Debajo de mi infierno; y voy A bucear dentro de mí: Voy a encontrar mi cielo oculto.