Cansado de creer que el tiempo te engañó usaste la razón para volver a confiar. Si tu cara de asustó, no había que pedir perdón sobre todo si el problema está en tu mente. Y si la sombra vuelve a entrar, no lo resistiré, una voz de afuera grita que es hora de ver. Una gran círculo sin sol, fiel rutina, se cerró, y aún no sabes que el problema está en tu mente. Trece caras del disfraz ya no puedes engañarme, y no trates de explicar, palabras que no entiendes. La guitarra se durmió y murió de la impresión, como cruel espoja inútil, ya no me escuchará. Por debajo de la piel el mar nunca existió, fue un invento de la angustia, nada más. Trece caras del disfraz ya no puedes engañarme, y no trates de explicar, palabras que no entiendes.