(Hemos vuelto a hacerlo) Nacido para morir expresando Dicen que sale un poco el Sol cuando yo canto Dicen que saco lo que estás guardando Y no dices porque cada vez que hablas te invade ese llanto De tantas lágrimas me he convertido en barco Y ahora soy capaz de imaginarme el mar mirando un charco Puedo nadar con tiburones blancos Saben que pasé por tanto, que me miran y pasan de largo Yo sigo temblando La vida es un beso de despedida, tan bonito como amargo Y sin embargo, me embargó la pena Le hice el encargo de quererme y hoy se besa con cualquiera No pude hacerme cargo y no lo hice No es lo mismo quererse que ser felices Lo bonito no es pensar en todo lo que quise Lo bonito es ir con alguien sin saber a dónde se dirige Siempre me fijé en el cielo más nublado Te lo dije, si me eliges también lo haces con lo malo No me vale que me des la mano Si te vas cuando el invierno llega para congelarnos Sé que buscas el verano eterno Yo te puedo dar calor si estás dispuesta a conocer mi infierno No tengo más que este cuaderno Pero puedo convertirlo en cuento de hadas si tú estás de acuerdo En el cielo están los míos, juro que los veo Cuidan de mi hijo cuando estoy a cero El tiempo me robó su compañía Y yo hago música para que cuando sea Yo el que falte no perdáis la mía No nacimos pa’ estar solos digan lo que digan La soledad solo es bonita cuando es elegida Si no lo es, es homicida Te coge un día bueno y lo transforma en una mierda de día Nos cargaron de vergüenzas y de miedos de mentira Por eso bailas mucho mejor cuando nadie te mira Nos cargaron de egoísmo y de ego a secas No es que nadie te conozca es que no les dejas Vivimos entre rejas transparentes Desde dentro no se ven, desde fuera son tan evidentes Tan evidentes como que el Sol sale siempre Y si no lo ves es por las nubes no por que no esté presente Hoy he mirado a la cara del que me miente Y me he preguntado si más tarde se arrepiente. Hoy he mirado a la cara del que está siempre Y me he preguntado si yo estoy cuando él pierde La vida es un intercambio, un tente Las piezas que me faltan tal vez las tenga otra gente No es cuando pierdes, es cuando aprendes No es cuanto ganas, es cuantas ganas tienes de conocerte Tengo una ventana dentro con vistas al amor propio La custodia un demonio y una serpiente Tengo que ser feliz, es algo tan obvio como evidente Como que cuando lo veo me hago el invidente No tengo cargas más que esta mente Y un corazón que lucha por vencerla eternamente No es cuanto tardas, es cuanto duele Es cuanto aguantas, no cuantas veces piensas que no puedes