Lloraba la nietita En brazos del abuelo Mimosa le decía No sé con qué jugar Entonces el anciano Trayendo unas medallas Le dijo juega hija Y deja de llorar Y allí sobre su pecho Las fue poniendo todas Corría la nietita Luciendola feliz La gloria de algo sirve Se dijo aquel anciano Aquel anciano que era José de San Martin Entrecerró los ojos Y vio con gran anheló Luchando en San Lorenzo Chacabuco y Maipú La nieve de los Andes Blanqueando sus cabellos Y más allá los libres De Chile y de Perú Un lagrimon rebelde Corrió por sus mejillas Con paso tembloroso Llegose hasta un arcón Desenvolvió una vieja bandera Azul y blanca La acarició mil veces Y mucho la beso Así era aquel bravo Indómito guerrero Amante de los niños De seda el corazón De acero en las batallas El se jugaba entero dio todo por su patria Y nada le pidió La historia que es ajena A todas las pasiones Con letras en relieve Supo escribir así El padre de la patria De esta Argentina grande Fue el santo de la espada José de San Martin