Niña te he conocido justo cuando partía, ¿por qué es que yo debía sentir amor todavía? Si tú lo sabes dime, dime por qué sería;* para tus manos frías hallé calor en las mías. Cómo es la vida, niña querida, si tú lo sabes di: cómo un amor tan dulce sentí en cuanto te vi. Cuando te miro fijo pienso que has de esperarme, mirándote mirarme ganas me dan de quedarme. Dices que has de escrebirme, cuando yo me haya ido; yo solamente pido que no me echés al olvido. Y si esperando y si volando perdiera tu querer, no me lo escribas nunca, mejor dímelo al volver.