Desde que ya era un mozo no tengo perro. Y ahora que soy grande tampoco tengo. Tuve un perro chiquito, "pelo de alambre"; con lo que yo ganaba se murió de hambre. Van tirando de un carro, puro pellejo, un perro, un gurisito, y un criollo viejo. Los tres van caminando llenos de tierra, y los tres van pensando ¡qué vida perra!