Cada vez que me miro contemplo mi pregunta. Esperando está el trigo la mano que lo afirme. El viento huele a espera y, hasta a veces, responde. Cuando siento tu mano siento todas: me siento. Y hasta el aire que muerdo - el aire que mastico - tiene sabor a fruta y es amigo. Apenas me contengo de preguntar si es hora a los soldados Y abono sus fusiles con miradas Para que broten flores en sus ánimas. Desde hace apenas días mi impaciencia es alegre.