Quedan los restos de la cruzada viejos poetas contemplan el guión. Un laberinto del odio en cruces han levantado el blanco es su color. No disponen de un cañón para sus sueños. Y un niño llora tras la ventana por un soldado de plomo que cayó. No dispone de un cañón para sus sueños. Un niño llora por el juguete no tiene nombre ni quien lo fabricó.