Quiero sentir el tiempo pasando sobre mi La condición natural de cada instante Quiero arder, prender la noche, bañar mi cuerpo en llamas Hacer de mi carne un festival de fuego Y prender mis áridos pulmones Los que tu solías regar con sangre hasta hacerlos florecer Con falso optimismo me lleno las manos Tal vez es hora de afrontar que siempre esperé demasiado Que me sigo buscando en los demás Pero lo cierto es que no me encuentro si no es en tus ojos Que no me reconozco si no es sobre ti Encuentro en mis pulmones la última frontera Tomo aliento y por un instante El cielo está más cerca Y ahora recuerdo cuando era niño La sal, el agua, el verano A veces me refugio en el recuerdo, me resguardo en él Sobre todo ahora que aún puedo verte a días de aquí Víctima de un mal que creí pasajero: La ciudad, las agujas, los impulsos, el veneno Llegó todo a la vez Pero sabed que la guerra solo duele cuando es bella Y que en mi suerte de infelicidad, en mi extraño dolor Seguiré bailando esta triste danza sin otra meta que el propio exilio Que la dulce violencia de buscar eterna tu figura imposible Si pudieran salvarme tus manos Flor de carne que naces en mí Nutre mis mares, anega mis puertos “Yo no elegí vestir la herida” En el pálpito de mis sentidos Puedo sentir tu dulce sombra: El barro corriendo por mis venas