El sol entraba por el parabrisas del coche Tú conducías con mi mano en la rodilla Y te veías tan bien toda cubierta en tatuajes Con las amapolas de fondo adornando el paisaje Prensamos las hojas dentro de un libro Era el de Litvinova, a veces aún lo busco ¿Recuerdas que nunca me lo devolviste? Yo me quitaba la ropa como si quitara la pena Tú me agarrabas diciendo ¿Ves que últimamente solo eres sombra y rencor? En la puerta del parking dijiste: Aunque me quieres, no me deseas No volvimos a vernos Era invierno y el frío truncaba el motor de mi coche Sentado miraba mi aliento y entonces lo vi claramente Tal vez no me importa lo suficiente