En el comienzo al hombre le fue dada una tierra, hizo en la tierra surcos y esperó. En el comienzo el hombre arañaba la tierra, recogía sus frutos, daba gracias a un dios. Nos liberará de la miseria nos liberará de la cadena, nos descubrirá la nueva tierra donde hermano para el hombre el hombre sea. El fuego inventó y engendró creó sus leyes; y llegó a desafiar el Universo subido en un pájaro de fuego. Logró ver las estrellas cara a cara y pagó su imprudencia temeraria; el hombre que nos toca comentar es un robot El miedo, la rutina, la calle, la oficina, la lucha por la vida y el temor de perder el lugar de no ser el mejor, de ser un hombre más abrazado a un fracaso y a olvidar. Y el hombre busca a Dios en los libros, en las cosas queremos sorprenderle una mañana dormido en salón de nuestra casa; parece muy cercano y al momento parece inalcanzable y juega con nosotros como el gato con el ratón. El hombre es condenado en su paso fugaz sobre la tierra; sólo a tener sentido cuando la muerte llama ante su puerta. Debemos inventar un hombre nuevo y una nueva sociedad; no valen las palabras si no tengo intenciones de cambiar. Encontrar una fórmula nueva; echar en una olla cenizas de un hombre ejemplar, fundirlas con azufre y pimienta para colorear. Con estos elementos lavaremos al hombre y a su conciencia; con estos elementos vamos a crear un hombre nuevo.