Tiene la abuela tembleque y en la mano un bastón tuvo en su tiempo seis hijos que cuidó con amor. Y hoy con la frente dormida arrastra mil canas que trajo el dolor; reza el rosario y musita entre dientes "en mi tiempo todo era mejor". Viste de negro y le gustan los días de sol y en las mañanas de frío atiza el fogón. Bebe coñac si la pena llega y no pierde el color; besa los nietos, reparte consejos y canta con su débil voz. Manda la abuela en la casa, en su trono el sillón y una mantilla de lana le guarda el calor. Tiene su frente arrugada los bellos recuerdos de un tiempo mejor y en su callada nostalgia comentan sus nietos: "La abuela lloró".