Con el poncho embravecido y el corazón destrozado galopa nuestro bandido matando gringos malvados. Galopa con poncho rojo y en su caballo con alas y allí donde pone el ojo, mi vida, pone la bala. Por esta calle llegaron esos hombres atrevidos. Se encontraron con Joaquín y Joaquín con su destino.