Me equivoqué al quererle Yo no estaba sola Me equivoqué al sentir la huella de sus ojos por mi boca Tenía el tacto metido en la piel y no pude negarme Nacía imprudencia por cada intención de venir a ganarme Guardé toneladas de dudas y nervios bajo la ropa Y a medias, fui otra Tiraba de mí con la fuerza de aquello que mueve montañas Mientras la vida más pura y más vida jamás me dejaba Me equivoqué al querer La inercia de mi piel Llévenme Ahí río abajo Junto a mis muñecas a la altura de mi cara Con vergüenza y rabia declaré a este amor una emboscada Llévenme Ahí río abajo Hagan que la soledad me cure Sentir no entiende de dominios ¿Quién tumba al perdedor desde su cumbre? De arena y sal, puñados para tomar conciencia Dolor envuelto en la misma saliva que demandaba urgencia Me equivoqué señores, si no merezco asiento no, no, no No me perdonen No me perdonen Sudé por sus mejillas y todo discurso Se quedó en borrones Me equivoqué Me equivoqué Me equivoqué Amé hasta su forma de callar Mi nombre Llévenme Ahí río abajo Junto a mis muñecas a la altura de mi cara Con vergüenza y rabia declaré a este amor una emboscada Llévenme Ahí río abajo Hagan que la soledad me cure Sentir no entiende de dominios ¿Quién tumba al perdedor Desde su cumbre?