Cuando lloraba en silencio, me escuchó Cuando pesaba la carga me ayudó Cuando era obscuro el destino Y no encontraba el camino Cuando mi pie resbalaba Me levantó Cuando me dieron la espalda el me amó Cuando cerraron sus puertas el abrió La gente me señalaba El mientras me perdonaba Mi vida nada importaba y me abrazó Amor sublime que del cielo bajó Que por darme la vida murió Amor eterno que a mi vida llegó Que en silencio la cruz padeció Oh jesús, que sublime amor Yo era una piedra cualquiera y me escogió Y en su collar de mil perlas me llevó Viví la historia añeja De aquel pastor en la noche Que le faltaba una oveja y me buscó Me buscó, me buscó