Levántate y mira la montaña de donde viene el viento, el sol y el agua. Tú que manejas el curso de los ríos, tú que sembraste el vuelo de tu alma. Levántate y mírate las manos para crecer estréchala a tu hermano. Juntos iremos unidos en la sangre hoy es el tiempo que puede ser mañana. Líbranos de aquel que nos domina en la miseria. Tráenos tu reino de justicia e igualdad. Sopla como el viento la flor de la quebrada. Limpia como el fuego el cañón de mi fusil. Hágase por fin tu voluntad aquí en la tierra. Danos tu fuerza y tu valor al combatir. Sopla como el viento la flor de la quebrada. Limpia como el fuego el cañón de mi fusil. Levántate y mírate las manos para crecer estréchala a tu hermano. Juntos iremos unidos en la sangre ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. (1969)