Después de larga estancia en el espacio exterior 
vuelvo al fin a casa con muchísima emoción. 
Allí me espera mi familia, me esperan los míos 
con los brazos abiertos por el hijo perdido. 
No puedo pensar en ninguna cosa más 
que en la sopita con bromuro que me hace mi mamá. 
Mi padre azota a mi hermana pequeña 
y la chacha que es muy culta se masturba en la despensa. 
La familia es la célula de la sociedad moderna 
aunque sea cancerígena desde la edad de piedra. 
Sobrinitos aulladores que patean los pasillos 
y mi tía embarazada por el cerdo del vecino. 
Da gusto ver a todos así de tranquilitos 
cada uno a lo suyo en la chabola en que vivimos. 

Al fin ya vuelvo, por fin regreso 
a casa, a casa a descansar. 
Voy a casa, a casa a descansar. 
Voy a casa, a casa a descansar. 
Vuelvo al paraíso de la tranquilidad. 

El abuelo que tiene un rabo gigantesco 
está en el juzgado acusado de secuestro. 
La abuela está feliz con su tetabrik de vino 
que acaba de robar para curarse el delírium. 
Mi hermano el mayor se asoma a la ventana 
y como esta pasado de ácido cree que vuela y salta. 
Mi tío es terrorista en un comando legal 
y mi cuñado hace la calle en plena diagonal. 

La familia es la célula de la sociedad moderna 
aun que sea cancerígena desde la edad de piedra. 
Nos visitan nuestros primos que vienen desde el pueblo 
quieren pillar burro para pasar el crudo invierno. 
Mira alrededor que tierna escena familiar 
todos tan unidos por cariño visceral.