tu nunca quisiste saber del dolor que provocaste tampoco pudiste asumir el error de renunciar cansado de ver como va derrumbándose otra vez el muro de sueños que vimos crecer otra vez, despertar aprender a olvidar y se transforma en pesadilla el sueño me ciega y no distingo la realidad las balas son como anestesia te curan el llanto y te limpian la conciencia