Ladrón que roba a ladrón Tiene cien años de perdón Reza el dicho popular, y es una razón de verdad No se debe jugar con lo que no se sabe Pues te puedes quemar, y con los santos no se juegan Que los santos se respetan Es la historia de dos jóvenes que lo perdieron todo Por ambicionar mas de lo que podrían tener Antonio y Marcos, dos jóvenes de verdad Uno inocente y el otro con ambición de dinero Reflexionaron su situación y Antonio decidió Que brujos deberían ser, cartas, tabacos, espagueti entre otros Ofrecieron para hablar, paso la regalada, la sufrida, el campesino Y hasta el religioso también se fue a consultar Pero no contaban con Odalis quien les haría pagar Ladrón que roba a Ladrón Tiene cien años de perdón Reza el dicho popular, y es una razón de verdad No se debe jugar con lo que no se sabe Pues te puedes quemar, y con los santos no se juegan Que los santos se respetan Odalis, no era sino el brujo del pueblo de verdad Quien disfrazado de mujer llego hasta allá Se dio cuenta que solo querían estafar Pues Antonio de ella o el, mejor dicho de Odalis Se llego a enamorar, pero no sabrían la sorpresa que él les habría de dar Se fue y al rato volvió, se escondió y espero que llegaran Al dinero contar, cuando disfrazado de un alma del mas allá El gran susto les habría de dar, penitencia le puso Y al cementerio les mando a llegar, cien velas a cada muerto Tendrían que colocar, espantados salieron del lugar Y Aristobulo, que en verdad se llamaba el verdadero brujo Riéndose de ellos quedo, burlándose de los dos Esta frase no dejo de decir, ladrón que roba a ladrón tiene cien años de perdón Ladrón que roba a ladrón Tiene cien años de perdón Reza el dicho popular, y es una razón de verdad No se debe jugar con lo que no se sabe Pues te puedes quemar, y con los santos no se juegan Que los santos se respetan