En el rancho de la Joya Cerquita de Apatzingán Murieron dos gallos finos De esos que ya no se dan Uno era Daniel Pulido Y el otro Martín Bernal Los dos de Tierra Caliente Nacidos en Michoacán Daniel era comandante Del gobierno federal José Martín su compadre Comisariado ejidal Eran gallitos jugados Que no se sabían rajar Decía la gente del pueblo Que Martín se dedicaba A mandar pa'l extranjero En avionetas de carga Melones adulterados Repletos de marihuana (Y échele pela'o) Se celebraba una junta De la Unión De Ganaderos Cuando llegó el comandante Un oficial del gobierno Buscando a Martín Bernal Con la intención de aprehenderlo Con órdenes federales De agarrarlo vivo o muerto Mira, compadre del alma Me duele tener que hacerlo Pero primero te mueres A que me hagas prisionero Me matas o te mato Pero de aquí no me muevo Rugieron las metralletas Dos cuerpos se derrumbaron Y aunque estaban mal heridos Uno al otro se buscaron Y en un abrazo de muerte Los dos compadres quedaron