Marchó, un sagum le ocultó Su magia lo encubrió Buscaba por su pueblo la salvación Nació ungido por el don de la adivinación Mostró a todos su rumbo, les dirigió Lug el brillante, en plata forjaste Una lanza que aniquilase Lanza el Sol con el poder de un Dios Con el poder del rayo Al sacrificio desafiante Se la entregaste Al que hiciese llamarse Viros Veramos Campeón en quien confiaste Partió en oscura soledad para desafiar Al Cónsul a un sagrado y justo ritual Lanza el Sol con el poder de un Dios Empuña el arma Que te otorgó una deidad para portarla Que arrojarás con tus manos al rival Lucha, vive y les protegerás Quiébralo, destruye su ambición Perfora el alma Desgárrale. Atraviesa sus fantasmas Para que todos acepten su final Al morir en un duelo singular Creció, luchó y su nombre fue ensalzado por vencer En múltiples batallas les lideró Llegó, las puertas observó su meta no alcanzó Frustró aquel Centinela el sagrado ritual Lanza el Sol con el poder de un Dios Empuña el arma Que te otorgó una deidad para portarla Que arrojarás con tus manos al rival Lucha, vive y les protegerás Olindico, sumo sacerdote Elegido por los dioses Druida, guerrero y lider Con tu argéntica lanza logra la victoria Lanza el Sol con el poder de un Dios Empuña el arma Que te otorgó una deidad para portarla Que arrojarás con tus manos al rival Lucha, vive y les protegerás Quiébralo, destruye su ambición Perfora el alma Desgárrale. Atraviesa sus fantasmas Para que todos acepten su final Al morir en un duelo singular