Equina alazana alumbrada por el Sol Que por los pastos tu aliento acompaña el viento Cabalgó creciendo en libertad Levantó su mirada y vio a quien sería su hermano del clan Tras batallar por las colinas comenzó De las praderas el barro y sangre portaban Con tesón y esmero aquel joven Cuidaba sus cascos, con heno alimentaba a su fiel animal Acudiré mientras no me falte tu voz y no temeré Persistiré, pues juntos somos uno al cabalgar Una unión de dos seres en una entidad Verán al hombre a la bestia domar Más no sentirán el calor de dos almas hermanas partiendo a la guerra Fluye su conexión al poder galopar Sentir, brotar el sudor y notar La respiración al acompasar su latido a la par Y el mundo se desvanece al cabalgar La diosa fue recompensando su oración Les permitía vivir narrando sus versos Concedió atributos y sus dotes a yegua Y jinete alzando su linaje y estatus social Te nombraré con el poder de la deidad, Epona serás Por donde irás las gentes sentirán divinidad Hermano animal, del hombre dueño, tu porte cautiva la razón Esta tierra, Iberia, fue desde inmemorial tu hogar ancestral Una unión de dos seres en una entidad Verán al hombre a la bestia domar Más no sentirán el calor de dos almas hermanas partiendo a la guerra Fluye su conexión al poder galopar Sentir, brotar el sudor y notar La respiración al acompasar su latido a la par Y el mundo se desvanece al cabalgar